Agregue harina de almendras, goma xantana, polvo de hornear y una generosa cantidad de sal en un tazón mediano. Batir para combinar.
Agrega un huevo grande batido y agua.
Use una espátula para combinar todo hasta que tenga una consistencia quebradiza.
Usa tus manos para formar una bola de masa.
Péselo en la balanza para alimentos y forme cuatro bolas más pequeñas de masa del mismo tamaño.
Coloque un trozo de papel pergamino, coloque una bola de masa encima y agregue otra hoja de papel pergamino sobre ella.
Use un rodillo e intente hacer que la masa forme un círculo plano lo mejor posible, alrededor de 7.5 pulgadas de diámetro.
Use un tazón mediano para hacer una sangría en la masa.
Retirar el pergamino y la masa sobrante. Repita para el resto de bolas de masa.
Cocine la tortilla en una sartén antiadherente a fuego medio alto durante 20-30 segundos.
Verás que se vuelven más opacos y blancos. Darles la vuelta y cocinar por un par de segundos
más, luego pasar a un plato.
Cubre la sartén con spray para hornear.
Vuelva a colocar la tortilla en la sartén.
Agregue queso cheddar rallado – ¾ taza por 1 taza dependiendo de cuánto le guste.
Cubra con la segunda tortilla y luego voltee.
Espere hasta que el queso comience a derretirse de los lados de la quesadilla, luego déle la vuelta.
Una vez que las tortillas se hayan cocido adecuadamente, transfiera la quesadilla a una tabla de cortar y córtela en 4 pedazos.